Hiedra, rosal, buganvilla, parra virgen... todo lo que una planta trepadora puede hacer por tu balcón o terraza

  • Aportan hermosas sombras en terrazas y jardines cuando se colocan en cenadores o pérgolas.
  • Necesitan macetas grandes para desarrollar un buen sistema de raíces y darle apoyo con soportes, vallas o paredes.
Buganvillas en un balcón.
Buganvillas en un balcón.
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Buganvillas en un balcón.

Suelen ser muy fáciles de cuidar, aportan vida a las terrazas y balcones, hermosas sombras cuando se colocan en cenadores o pérgolas y gracias a su crecimiento vertical ocupan poco espacio. Lo más importante para adentrase en el mundo de las plantas trepadoras es tener en cuenta que necesitan macetas grandes para desarrollar un buen sistema de raíces, darles apoyo con soportes, vallas o paredes y no descuidar su riego (aunque suelen ser plantas de exterior bastante resistentes). Descubramos algunas de las más interesantes.

Rosal trepador

Ideal para los amantes de los colores vivos y los aromas inconfundibles. Los rosales trepadores proceden de Asia y poseen tallos fuertes y leñosos que suelen alcanzar unos cinco metros de altura y, en casos excepcionales, llegar a los 20. Son estupendos para decorar pérgolas, espalderas y fachadas. Sus flores poseen una gran variedad de colores y bien cuidadas pueden disfrutarse desde el inicio del verano hasta bien entrado el otoño. No requieren un mantenimiento especial. Sobre todo, riegos frecuentes (en los meses de verano) y abundante luz. Son capaces de soportar temperaturas bajo cero.

Clematis

Planta silvestre oriunda de la campiña inglesa se le conoce popularmente con el nombre de 'alegría de los viajeros'. Su cultivo es muy sencillo y sus llamativas flores - de colores que van desde el blanco hasta el púrpura pasando por el rosa y el naranja- poseen, además, un perfume característico. Como carece de tronco aunque su tallo es leñoso debe plantarse cerca de un árbol o bien en una maceta de gran tamaño y cerca de algún soporte o respaldo que le permita desarrollarse a gusto, ya que puede llegar a alcanzar hasta los tres metros de altura. Crece muy rápido y conviene mantener su sustrato húmedo regándola con regularidad.

Passiflora

Oriunda de las regiones cálidas de Asia, Australia y Oceanía, se la conoce también por el nombre popular de 'Flor de la Pasión' en referencia a la Pasión de Cristo - se cuenta que los primeres misioneros veían en sus flores las formas de los instrumentos que se utilizaron en la Pasión-. Como buena trepadora puede alcanzar hasta los seis o siete metros siempre que cuente cerca con una superficie vertical por la que trepar. Sus flores son realmente llamativas y proliferan en colores blancos, rojos y violetas. A pesar de que son plantas sensibles al frío su cuidado es bastante sencillo, se recomienda colocarla en zona de semisombra y regar hasta tres veces por semana en los meses de primavera y verano.

Jazmín

Una de las trepadoras favoritas por el inconfundible y agradable aroma de sus flores blancas que se pueden disfrutar desde el mes de abril hasta mediados del verano. Se recomienda que le dé el sol de manera directa ya que crece mejor en un clima cálido, plantarla en un recipiente de buen tamaño para que pueda expandir sus raíces y un suelo que drene bien. Requiere de poco mantenimiento, crece de una forma rápida y en los meses más duros puede resistir hasta los -4ºC.

Buganvilla

Aunque prolifera desde hace años en los porches y las fachadas mediterráneas se trata de una planta trepadora tropical originaria de Brasil. Se cultiva con éxito en climas templados por lo que lo ideal es plantarla en un balcón o terraza orientado al sur. Sus flores son realmente espectaculares y para que crezca fuerte basta con que tenga a su disposición una buena ración de sol a diario, evitar que el sustrato se seque demasiado (aunque tolera bien la escasez de riego), un soporte para sujetar su ramas y resguardarla del viento. No tolera bien las heladas por lo que se recomienda protegerla en invierno en las zonas frías.

Capuchina

Popular por su peculiares flores con forma de trompeta en colores amarillos, anaranjados y rojos, la capuchina puede utilizarse tanto como planta cubridora o rastrera o bien como trepadora con ayuda de un soporte vertical. Florece durante todo el verano y necesita una buena exposición al sol y un riego mas bien escaso pues la retención de agua podría llegar a pudrir la planta. Durante años se ha utilizado en medicina casera para cicatrizar y desinfectar heridas o para combatir la retención de líquidos y también es frecuente emplearla en gastronomía como condimento o en ensaladas.

Hiedra

Trepadora por excelencia, una de la grandes ventajas de la hiedra es que es una planta resistente, que se adapta a cualquier clima, orientación y crece tanto a pleno sol como a la sombra. Uno de sus principales atractivos está en sus características hojas perennes tan decorativas. No necesita ningún soporte para crecer, ya que sus ramas se adhieren a cualquier pared mediante lo que se llama raíces adventicias, y lo hace de forma muy rápida, llegando a alcanzar hasta los 20 metros de altura.

Parra virgen

Es otra de las plantas tipo enredadera o trepadora por excelencia. Originaria de China y Japón, posee una excelente adaptación a cualquier clima. De hecho, a lo largo de los años se ha extendido por toda Norteamérica, por ello también es conocida como 'enredadera Virginia' o 'viña de Canadá'. Crece mucho más rápido durante los meses de verano pero la época en la que puede disfrutarse en su mayor esplendor es el otoño, estación en la que sus sus hojas adquieren un intenso y bello color rojo. No necesita ningún tipo de soporte o tutor para trepar ya que ella misma se agarra mediante unas hojas especiales que se llaman zarcillos. Suele aguantar bastante bien la sequía y la variedad Lowii, que mide menos de tres metros, es la ideal plantar en maceta o en pequeños espacios.

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